Inter-American Accreditation Cooperation, A.C.
Muchos países de América Latina y el Caribe han logrado un éxito considerable en su desarrollo económico y social en las últimas décadas. Sin embargo, el crecimiento económico se ha asociado hasta ahora con altos costos sociales y ambientales y ha provocado un elevado consumo de energía y recursos.
Esto agrava los numerosos problemas medioambientales de la región. Para resolver estos retos a largo plazo, es necesario pasar de una economía lineal a una economía circular. La aplicación del concepto de economía circular aumenta la eficiencia de los recursos de la actividad económica a través de la prevención de residuos, la reparación, la reutilización, la refabricación y el reciclaje, minimizando así el uso de recursos. Para la transición hacia una economía circular, son necesarios los servicios de apoyo de la infraestructura de calidad.
Las contribuciones de los distintos componentes de la infraestructura de la calidad -normalización, metrología, acreditación y evaluación de la conformidad- son requisitos previos importantes para apoyar la investigación de nuevos materiales y productos, desarrollar tecnologías innovadoras y determinar de forma fiable y comparable los impactos ambientales de los modelos de producción y consumo. Sectorialmente, el proyecto se centra en la promoción de los ciclos de valor añadido en la alimentación, los plásticos y la construcción, y pretende identificar y reforzar las contribuciones potenciales de las infraestructuras de calidad dentro de los mismos. El enfoque regional permitirá ampliar la experiencia de trabajo de los ciclos de valor individuales.
El proyecto se ejecuta con la Organización de los Estados Americanos (OEA) como socio político principal y las organizaciones regionales de infraestructura de la calidad: COPANT, IAAC y SIM que constituyen el Consejo de la Infraestructura de la Calidad de las Américas (QICA), como socios técnicos del proyecto.
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